Y las desgracias no dejan de llover...
El rei Herodes, mató a un discípulo, y al ver que eso divertia a las gentes mandó que me aprisionaran. Estuve en la cárcel y 4 soldados me custodiaban en la puerta.Herodes esperaba con la intención de presentarme a la ciudad despues ed Pacua.
Llegado ese tiempo, el día que Herodes me vino a buscar un ángel se apareció en la celda y todo se llenó de luz.
El ángel me mandó levantarme y seguirle, llegamos a la ciudad y de pronto se apató de mi. He estado pensando sobre lo ocurrido y he llegadoa la conclusión de que el señor ha enviado un angel para que me libere.
Gracias Padre, gracias.
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